Genealogía feminista
El patriarcado y el antropocentrismo mantienen una estrecha relación son dos paradigmas que se retroalimentan, no es mera coincidencia que el pensamiento patriarcal occidental ha identificado a la mujer con la naturaleza; esta construcción social ha servido para explotarlas y dominarlas simultáneamente, ya que ambas son consideradas inferiores a los hombres. En la sociedad patriarcal tanto las mujeres como la naturaleza son vistas como pasivas y finalmente prescindibles. Los roles masculinos socialmente construidos se valoran como superiores, mientras que la naturaleza y las mujeres se consideran básicamente como objetos para explotar.
Este sistema sostiene la eficiencia de la producción y las ganancias a corto plazo por encima de todo lo demás, por encima de la ética o los estándares morales, por encima de la vida comunitaria, de la salud y por encima de la integridad de todos los procesos biológicos y alimenta la ignorancia, la desilusión y la codicia cómo respuesta a un miedo a la naturaleza con la que no se tienen comunión real ni conexión profunda.
Ya que creemos que la clave para lograr la liberación tanto para las mujeres como de la Casa Tierra radica en desmantelar los cimientos mismos del patriarcado y el androcentrismo, poniendo fin a todas las formas de dominación abrazamos el ecofeminismo como un eje de acción en nuestro quehacer de vida y divulgación.
Reconocemos a quienes estuvieron antes poderosas abuelas, cuidadoras y guardianas de la vida quienes transmitieron su cosmovisión de cuidado por la casa tierra a través de la oralidad y que en la actualidad se mantiene viva en forma de cantos, memorias, danzas, celebraciones, saberes, esas mujeres medicina de las diversas naciones del mundo.
Mujeres de la modernidad que abrazaron la ciencia y que desde ella han defendido la vida, quienes hicieron brecha al pensamiento positivista y sentaron las bases de entender el mundo desde la diversidad y la cooperación.
Defensoras y luchadoras de las montañas, los ríos, las semillas, la cuerpa y el territorio.
Somos genealogía feminista y decir somos todas ellas es indispensable para gestar desde otras lógicas ese otro mundo. Gracias a todas las mujeres que luchan que nos inspiran a permear la vida…

