



Leer tiene implicaciones muy profundas en cualquier transformación social. Las lecturas —nuestras lecturas— comienzan a partir de que abrimos los ojos al mundo. El proceso inicia por observar, después construir sentido y finalmente dar significado a la experiencia que se presenta ante nosotrxs. Como es natural, habrá deversidad de interpretaciones en ese proceso, y esto es justamente lo importante, porque la mayoría de ellas se quedan dentro de unx mismx, en lo privado, y el hecho de compartirlas o darles voz, hace visibles otras realidades.
Esta sala de lectura nace del profundo respeto que hay entre un grupo de mujeres con perfiles académicos diferentes pero que convergen en un espacio que se ha vuelto un foro de diálogo para muchos pensares.
Se concibe como un lugar donde sea prioritario escuchar el discurso de cada una de las participantes, donde les sea posible reconocerse y redescubrirse como lectoras, partiendo de la necesidad de reivindicar el trabajo literario de mujeres que históricamente fue relegado o quedó en plano secundario porque fueron escritos desde un horizonte de enunciación distinto al imperante.
Al mismo tiempo se pretende exponer inquietudes teóricas al respecto del feminismo, mediante la diversidad de nuestras miradas. Es que no es lo mismo leer o escribir desde la opresión, desde la sumisión, desde un cuerpo explotado, cosificado.
La mujer crea e interpreta entonces, desde un lugar diferente, y es sumamente importante que esto se reconozca. Por lo anterior, crear se convierte también en un acto político para todas y leernos lo es aún más, pues así todo se deconstruye y se vuelve a construir a partir de una nueva conciencia.
La idea de una sala feminista, es desafiar lo impuesto e ir en la búsqueda de una escucha más horizontal, donde se dialogue con los textos en diversos soportes, donde se construya en común, se trascienda y se logren cambios en favor de lo colectivo.
Permea Escuela de Agroecología Urbana propone sus instalaciones para la sala de lectura, porque comulga con la idea de que es a través del diálogo que se puede construir de otra manera y porque el acto de leernos es el primer paso en el camino hacia la transición ecosocial.
Por todo lo anterior nos emociona abrir los libros con y para nuestras compañeras, la idea es que asuman este espacio como suyo y que se sientan libres y cómodas para compartir, sembrar y proponer, de ahí que nos hayamos guardado las ganas de elegir un nombre para el lugar, pues queremos formularlo entre todas. ¡Las esperamos!
Letras y corazón: Cintli Acevedo